Título:Engaño
Tipo: One-shot
Pareja:Takadai/Inoodai
Autora:Akemi-chan
Nota: Mi desahogo momentáneo xD... necesitaba canalizar mi pequeña pataleta aquí para estar tranquila(?) Es un one-shot super pequeño[No sabía si considerarlo drabble también ] y espero que sea entendible. De antemano me disculpo por las faltas ortográficas que se me hayan escapado por ahí :3 douzo
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“Te amo, mi dulce Dai...”
Palabras, tan baratas y falsas
que en algún momento lo hicieron sonrojar como un niño tonto e inocente, porque
esa era la verdad, había tomado al joven daiki como un bobo enamorado con el
que se podía jugar. Aquel que con una caricia, una sonrisa y un beso podía
olvidar los días de abandono aunque estos fueran muchos.
—Ahh…—
Gimió y dejó caer entre jadeos
mansos, alguna que otra lágrima de rabia.
—No pares Kei…bórralo...bórralo
de mi cuerpo.—
Susurró en el oído del joven de
cabellos finamente azabaches, que con cuidado se movía sobre él, penetrándolo
con delicadeza aunque el menor lo aferraba a sus brazos y le pedía que dejara
de ser tan cuidadoso. Eso era lo que menos quería en ese momento.
“¿Cómo me hiciste
enamorarme de ti?”
¿Enamorarse? Si nunca se había
enamorado de él, siempre lo usó como ese bálsamo de paz que podría tener, aquel
objeto que siempre estaría ahí cuando sus amantes momentáneos lo volvieran a
dejar en la soledad.
La formalidad de su relación fue
solo una pantalla más, una pantalla que para el pequeño castaño le había
parecido real. Un año juntos, un año de fidelidad mutua. Con penas y alegrías, viviendo
uno al lado del otro. Casi el hogar perfecto…o eso creía.
—Bésame—
Ordenó tajantemente, atrayendo él
mismo con sus labios los ajenos. Mezclando una lengua con la otra, con
movimientos bruscos que casi parecían deborarse mútuamente.
—Daiki…—Susurró sobre sus labios,
limpiándole las lágrimas que aunque trataban de ser ocultas, se resbalaban
hasta dejar marcas en la almohada.
—No digas nada Kei... —
Respondió limpiándose con el
dorso de la mano las lágrimas, sin importar el causarse un leve ardor por el
restregar fuerte de ojos. Empujó al alto e hizo que saliese de encima, obligándolo
a echarse ahora él en la cama. El primero orgasmo no había sido suficiente, el
perfume caro de Yuya aún seguía ahí, en su piel, su cabello y hasta en su
respiración ¿O tal vez era la habitación que olía a él? No importaba fuese cual
fuese el motivo, haría que ese olor se difuminara y que en su lugar, apareciera
el olor del joven arquitecto.
“Una casa grande, con
millones de habitaciones por estrenar solo los dos y claro nuestra hija ¿No suena genial?”
Sí, en ese tiempo fue una de las
cosas que le quitaba el sueño, el imaginarse a
ambos con su pequeña. Habían decidido adoptar una y al parecer era
posible, solo faltaba la decisión final y podrían construir esa familia que
aunque sonara cursi sería “Perfecta”.
—Te lo conté ¿Verdad Kei?... —
—Si lo hiciste... —
**Flash Back**
Tonto, estúpido, idiota, imbécil,
el ser más ingenuo del mundo ¿Con que otro calificativo podría llamarse? Ni
siquiera recordaba un vocabulario extenso en ese momento. Solo podía ver, escuchar
y mantenerse quieto con las bolsas de las compras en las manos, hoy iba a
sorprenderlo con una cena especial para ver si así se relajaba pues los últimos
días su novio se veía cansado. Había salido temprano de la tienda donde
trabajaba y abrir la puerta con llave no fue necesario pues estaba sin seguro.
—Seguramente está en la
habitación tomando su siesta de la tarde—
Dijo y sin siquiera dejar las
bolsas se asomó por la puerta entre abierta.
Y ahí lo vio. Un tipo con
cabellos negros, rasgos finos y delicados jadeaba debajo de su novio, retorciéndose
por el dolor que le propinaba el mayor al embestirlo mientras él mordía su
labio para no gemir con exageración.
—No hagas ruido…—
Pudo escucharlo decir,
seguramente se lo había prohibido para que no se escucharan en los
departamentos de arriba y abajo.
—Yuto ¿Deseabas esto o no? —
Continuaba diciendo mientras
ahora mojaba sus dedos con su saliva y usaba estos para masturbarlo, frotando
su sexo contra su abdomen.
—Lo deseaba…más que nunca…—
Respondió, soltando un gemido que
fue callado por la misma mano que antes lo masturbaba.
—Shh... Ya te dije. Sin ruido o…
—
—O los puede escuchar alguien… ¿Verdad
Yuya? —Irrumpió cuando el nudo en su garganta logró pasar y sus lágrimas
lograron esconderse detrás de la rabia y furia contenida.
—Daiki…—
**Fin Flash Back**
—Supongo que en ese momento perdí
la última inocencia que me quedaba—Susurró, mirando al miembro que estaba ante
sus ojos, entre sus dedos que acariciaban el glande para volverlo a erectar—Aun
sabiendo todo eso, aún no puedo creer que digas amarme.—
—Lo digo porque es verdad.
—Comentó Kei, con las manos en las sábanas, llegando a estirar una para
alcanzar el brazo delgado del castaño y jalarlo sobre él—No me crees pero sé
que yo puedo hacerte olvidarlo—
—Si tú lo dices—Bufó como
respuesta el joven de rostro aniñado, sin tomarle importancia a esas palabras
porque ya había logrado lo que quería, el miembro del pelinegro estaba erguido.
Se sentó en su abdomen, sin dejar de acariciar el falo ajeno para buscar la
posición perfecta, la posición exacta en la cual auto penetrarse y causarse así
mayor placer. Con movimientos de arriba abajo consecutivamente, roces íntimos y besos
apasionados, volvió a tener sexo con él por segunda vez.
“Amor…tienes que
entender. Ese chico me buscó y yo pues…”
“¿No lo entiendes
Yuya?”
“¿Qué cosa?”
“Que digas lo que
digas ya no importa, porque en esa cama
se acaba de quedar el estúpido e ingenuo Daiki”
D: Dios eres WoW y Wow! Te has vuelto tan buena escribiendo!
ResponderEliminarMaldito Takaki! Ojalá te castren por perro, maldito estúpido infiel de mierda! -se encabrona-(?) *^* kei lo va a hscer olvidar verdad? Van a vivir juntitos y adoptar a la niña, Daiki va a volver a confiar?
Wooow!me quede mal por Dai! bonita sos una gran escritora! quiero seguir leyendo tus fics !! ♥
ResponderEliminarTe amodoro preciosa~♥