viernes, 26 de abril de 2013

Número equivocado.

Tipo: One-shot
Pareja: Takadai
Autora: Tomoyo-chan

Nota(?:


Hola ._. a veces odio esta cara este es mi primer fic terminado y el primero que publico, soy inexperta en esto así que espero no ser un fraude x''D este fic nació de madrugada 2am creo... después de hablar con Akemi sobre un castigo para Yuya e.é creo que mis deseos reprimidos salieron a flote xDDD ok no! soy un pan de dios en fin! espero les guste y comenten. Gracias =^^= 

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Hacía más de un mes que Yuya no lo tocaba, su piel había perdido el aroma de su novio que a pesar de tener un año juntos hace meses no se comportaba de la manera “normal” había cambiado la hora de los mimos y atenciones, por la hora de los reproches y ya el típico “estoy cansado”. A pesar de que Daiki era un chico dulce y en ocasiones inocente, no tenía ni un pelo de tonto, sabía que algo no marchaba bien, algo… o alguien estaba inquietando a su novio, de nuevo.


No era la primera vez en que el apuesto Takaki perdía el interés en su amoroso novio, y con sólo verlo a la cara lo sabía, no le era necesario oler su camisa apestosa a perfume barato, ni revisarle el cuello en donde yacían abundantes marcas que delataban sus encuentros  pasionales con alguno de sus amantes de ocasión. 


-Sé que lo haces de nuevo- dijo el castaño mirando con insistencia a su joven pareja la cual miraba el televisor en la madrugada, en lugar de estar durmiendo-


-¿Hacer qué?- soltó una carcajada llena de descaro, y sin voltear a mirarlo sonrió de lado, con un poco de victoria en ese gesto, el cual sabía que molestaba demasiado a Daiki.

Tomo aire y se volvió hacia su habitación, mientras repetía para sí:

“Arioka ¡idiota! ¿Por qué? ¿Por qué permites que ese mal nacido te trate como basura? ¿Por qué no te dejas de tonterías y entiendes que amar no es nada de lo que él te da?...”

Pero siempre justo cuando llegaba a esa pregunta, aquella que contenía la palabra amor, miles de recuerdos volvían a la mente del noble chico, recordaba cuando se conocieron, la forma tan tonta en que le pidió salir por vez primera, su primer beso era su más grande tesoro, sus planes de vivir juntos, risas y palabras de amor, palabras que se quedaron meses atrás, dolían demasiado tantos recuerdos, pero dolía más alejarse y ver desde lejos como alguien más ocuparía su lugar en cuestión de días cuando mucho.

Se tiró en la cama y se cubrió con la manta completamente, aun lograba escuchar el ruido del televisor, cosa que lo irritaba más, cerro sus ojos esperando que el sueño llegase y lo cobijara entre sus brazos, sólo deseaba dormir y despertar creyendo que todo era un sueño. Pero eso no pasaría, sonó su alarma y al abrir sus ojos se encontró en la cama con el pantalón y camisa del su novio, el cual tomaba un baño, tomo la prenda de color claro y no alcanzo a revisar el cuello cuando pudo percibir de nuevo ese fétido aroma a barato, todo indicaba que había esperado a que el castaño durmiera y había escapado de nuevo por la noche como los gatos en celo, donde su intelecto se quedaba por debajo de sus instintos.

Demasiada rabia era lo único que podía sentir en ese momento, miró a la cama y tomo el pantalón, se lo había regalado en navidad y había prometido usarlo cuando tuvieran una cita llena de romance como a ambos les gustaban, o quizá a Yuya no, en ese momento ya nada era seguro, todo había perdido su valor, poco a poco se le derrumbaba el mundo al joven Arioka, revisó los bolsillos en busca de algo más, dentro de él se encontraba un curioso frasco de color blanco-

-¿Medicamento? –susurró para sí mismo, quizá su novio estaba enfermo y él no lo sabía, tal vez por eso se alejaba, sin esperar demasiado abrió el frasco, quedando pasmado al ver aquellas pequeñas pastillas azules, pero no era lo único que estaba en aquel pequeño recipiente, sacó el que parecía ser un papel y en efecto era una nota, que después de leerla fue la causante de unas cuantas lágrimas más.

Estuvo delicioso, pero mañana una de estas hará que la pasemos mejor que todas las veces anteriores, te veo en el desayuno. Yuto”

El sonido de la regadera ya no era audible, asustado y dolido no espero a que su novio saliera del baño, y partió rumbo hacia la cocina, entre lágrimas tomó unas naranjas y como todos los días preparó el desayuno para ambos.

-Daii... quiero sólo un café voy tarde desayunare con un cliente importante – sin responder solamente se quedó sumergido en sus pensamientos, un cliente…su amante pensaba, miró el frasco  y tomó unas cuantas pastillas, las molió y vertió en el café aquel polvo azul, no estaba seguro de lo que hacía sin embargo el dolor lo cegaba y sólo pensaba en dañarlo como él lo había hecho, limpió sus mejillas con las mangas de su camisa de dormir y le dejó la taza de café sobre la mesa, continuando con la preparación del desayuno. Lo miró de reojo mientras el más alto de los dos bebía su café como todos los días y sin despedirse de su novio salió azotando ligeramente la puerta.

Te amo…-susurro Daiki después de asomarse por la ventana y verlo partir, terminó de recoger la cocina como cualquier otro día, se dirigió a su habitación e hizo su maleta- Creo que mis padres estarán contentos de verme, hace mucho que no visito a mis amistades, ¿cómo estará Kei y Yuri?- sonreía pensando en ellos. Al parecer el menor se había trastornado por completo y actuaba de lo más normal.

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El pelinegro lo recibió en su casa con un coctel en mano, en el cual minutos antes había puesto dos pequeñas pastillas azules, Takaki lo bebió por completo sin chistar, estaba ansioso por besar a su amante, así que en cuanto termino con la bebida, lo tomó en sus brazos, desnudándolo al mismo compás de aquel beso, parecían devorarse, ambos ansiosos por sentirse, la ropa quedo por toda la habitación, misma que se acaloro al tenerlos sobre la cama desnudos y jadeantes, los discretos gemidos de Yuya se combinaban con los del menor al cual le encantaba hacer escándalo, sus cuerpos sudados continuaban con su entrega, la cual culminaría con un grandioso orgasmo, el medicamento había cumplido su función, lo follaba como nunca antes había follado a nadie, con tanta fuerza que ponía su acelerado corazón al límite, un gran grito por parte de Yuto anuncio el final de aquel acto que sin saber sería el último de Takaki, su corazón no resistió, había ingerido demasiado medicamento, y en efecto aquella mañana se había divertido como nunca, un excitante placer que lo llevo a la muerte. El medico informó que había sufrido un infarto.

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Terminó de arreglar la casa y aun le quedo tiempo para bañarse y alistarse. Miró a su alrededor y todo lucia en perfecto orden, el teléfono sonó y sin prisa se acercó a él y lo contestó-

-Moshi moshi…- contestó de manera amable como siempre lo hacía.

-Yuya….Yuya murió- era la voz de al parecer un chico, los sollozos  le impedían hablar con claridad.

-No sé quién es Yuya…número equivocado- colgó la bocina sintiendo como su corazón dolía tal cual como si estuviese siendo apretado por una mano, sin embargo no lloraba, sus lágrimas se habían terminado, Takaki había acabado con ellas, tomó su maleta y salió de aquel pequeño departamento que juntos rentaron aquel día de verano después de haber hablado sobre tener una familia. Era claro que eso sólo había sido un momento de falsas promesas como muchos otros.
 

4 comentarios:

  1. Aaaaaaahhh Pobre Yuya, se porto muy mal con Dai-chan, pero supongo que murió feliz XD

    Escribes muy bien Tomoyo-chan =)

    Yuko "I LOVE JUMP"

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  2. Claro, tomoyo-chan, me gusta como escribes, sigue así, vendré a ver las cosas que subes nuevas, yuya sinceramente se porto como un idiota, como se atrevió a engañar al lindo Daiki, el que solo le amaba y se esforzaba por el, no, no, no, no, mal hecho, takaki, mal hecho, pues ahí tienes, quien te manda a ser un maldito caliente, aunque... eso me recuerda a alguien!? xD ya, ya, jajaja Tomo-chan, gambatte <3

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  3. A-c-t-u-a-l-i-z-a p-r-o-n-t-o! ya quiero leerte de nuevo, perezosa <3

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