Nombre:Lazos
Tipo:One-shot
Pareja:Inoojima [
Autora:Akemi-chan
Este fic fue hecho en el momento de locura que me dió al ver la foto ~ ¿a quién no le dió un ataque Inoojima?
En fin eso es todo ~ el nombre fue tan random como siempre.
......................
—Ahh.. —
Gimió lo más bajo que pudo aunque
para hacerlo tuvo que morder su labio inferior y ocasionar que un hilo de
sangre se deslizara por la herida y se encaminara por su barbilla hasta
perderse en su cuello junto a las gotas de agua. Aunque fuerte y profundo como
era penetrado se le hacía difícil, era
necesario. No podía hacer demasiado ruido o su madre escucharía, después de
todo entre el primer y segundo piso pocas cosas no se escuchaban. Pero aún y a
sabiendas de eso fue inevitable el hacerlo, fue imposible el resistirse a la
adrenalina que le infundía el meterse a la ducha de su hermano mayor.
—Si sigues gimiendo de esa forma
incluso el agua no podrá acallar tu voz Yuto—
—Cállate…—
Respondió mirando al mayor con
una mezcla de dolor, enojo y placer, haciendo que Inoo en un acto por domar a
su rebelde hermano, apretara su miembro con la diestra. Era poco creíble el
hecho de que fueran hermanos y más aún por la diferencia de altura de ambos,
por eso estos eran los momentos que Inoo disfrutaba, aquellos en los que podía
callar a Yuto con un solo movimiento, hacerlo gemir con tan solo roces de sus
dedos que se deslizaban por sus glúteos o hacerlo incluso llegar al orgasmo con
tan solo un beso.
Yuto era consciente que cuando
iba a buscar a su hermano mayor sería sublevado y dominado como él quisiese
pero aun así se oponía a ser el uke pasivo al que el mayor estaba acostumbrado
con sus anteriores parejas. Entonces buscó el lóbulo de su oreja y la mordió;
una de las debilidades de Kei que lo hacía relajarse y en este caso sobre
excitarse, comenzando así un camino de besos y mordidas que tendrían como fin
sus labios gruesos.
¿Pero cómo había comenzado todo
esto?¿En qué momento la relación de hermanos pasó a un segundo y hasta tercer nivel?
Todo había dado inicio hace un
par de meses, Inoo ya cursaba el último año de escuela secundaria, ya era Junio
y estaba de lo más relajado con respecto a sus notas, disfrutando de la
libertad en todo el sentido de la palabra, burlándose de lo tontos que podían
ser Kota y Yuya por no haber aprovechado los años anteriores en sacar buenas
notas, se los había dicho tantas veces y éstos lo habían ignorado que ahora
el reírse de ellos le parecía lo más
natural del mundo.
—Oye Yuto, ven a decirle algo a
tu hermano que se pasa de fastidioso…—
El joven mencionado había aparecido
con un grupo de amigos entre risas y empujones, disfrutando del receso de
clases. Pero al escuchar a los amigos de su hermano llamarlo, se había separado
sin tropiezo de sus acompañantes y se había dirigido a ellos, saludándolos como
buenos amigos que eran.
—Kei déjalos en paz, no es su
culpa el haber nacido tontos…—
—Oye! —
Ambos jóvenes se quejaron al unísono
y los cuatro comenzaron a reír desmedidamente, haciendo que algunos a su
alrededor voltearan a verlos, por la curiosidad de saber el motivo de tal
carcajeo.
—Parece que el intelecto lo
heredaste tú y lo demás tu hermano, Kei—Comentó Kota usando la ironía en cada
una de sus palabras, buscando el gesto de molestia que Inoo no intentó en
ocultar.
—Yuto sí que has crecido…es
increíble que Kei sea mayor que tú por tres años y parezca menor…—
Agregó Yuya, ordenando los
cabellos que caían sobre su mejilla al haberse recargado en el hombro de Yabu.
—Ustedes parecen más amigos de mi
hermano que míos—Rodó los ojos y bufó
cruzándose de brazos sin ocultar una pizca de la molestia que le causaba el ser
dejado en segundo lugar.
—Ya Kei, no te pongas celoso. No
te voy a quitar a tus preciados amigos.—
A Yuto se le inflaba el pecho
cada que se rodeaba de Kota y Yuya, al ser mayores le daban esa superioridad
auto-impuesta que acrecentaba la popularidad que tenía en todo el colegio y el
estar junto a ellos había hecho que cualquier respeto que pudiera tener a su
hermano mayor desapareciera.
Y eso era lo que más odiaba Kei, que
su hermano pequeño, aquel que hace unos años rogaba por su atención y le pedía
consejos sobre chicas hubiera cambiado. De un momento a otro había crecido y
con su estatura, la arrogancia también.
—No vuelvas a hacer algo así… ¿entiendes?
—
Respondió con un tono amenazante.
Aunque podía soportar sus comentarios insolentes el que sus cabellos fueran
desordenados como si fuese un niño pequeño era algo que su orgullo no le
permitía aceptar.
—¿Y qué si lo hago de nuevo?¿se
lo dirás a mamá? —
. . .
. . .
— ¿Es enserio?¿vas a ponerte así
por algo tan tonto?..¡Kei, ven aquí! —
Yuto perseguía a Kei por los
pasillos de la escuela, sin entender la actitud de su hermano. Sólo le había
desordenado los cabellos un par de veces y había contado a Kota y Yuya lo
divertido que era el hecho de que la ropa de Kei le quedara tan pequeña.
Inoo había desarrollado un
temperamento fuerte que no iba con la imagen que tenía. Tan tranquilo y
relajado como era había encontrado el único aliciente para su mal genio; su
hermano.Y parecía que Yuto se encargaba cada día de buscar la manera de hacerlo
explotar, por eso se había alejado del patio dejando a Yuto y sus amigos atrás,
tan sólo para calmar la tonta ira.
Pero él lo había perseguido y sus
las piernas largas fueron de ayuda en
ese momento que con un poco de esfuerzo logró jalar el brazo de su hermano
deteniéndolo a la fuerza.
—Yuto lo que menos quiero hacer
ahora es verte—
—Pero…—
—¿Kei? —
—¡Ryutaro! Ahí estabas, te he
estado buscando por todos lados y al fin apareces…—El movimiento brusco que el
mayor hizo soltó su brazo y dejó perplejo a Yuto que al fin entendió el porqué
de tanta caminata alrededor de todo el lugar. —Vete a casa, yo voy en un rato—
Y es que Ryutaro había aparecido
en el momento preciso, Kei estaba en el límite de la paciencia y si no hubiera
llegado el otro joven, no sabía qué le habría dicho o hecho a Yuto.
—¿En verdad me estabas buscando?
o sólo lo dijiste porque tu hermano
estaba aquí—
—¿Importa mucho? —
El menor alzó los hombros,
sosteniendo el aparente frágil brazo del mayor para recargarse en él.
—No, en verdad no ¿y a dónde
iremos hoy? —
—Donde siempre…—
. . .
. . .
. . .
Tonto y estúpido Inoo Kei que
había hecho que en toda la tarde su joven hermano estuviera inquieto, buscando
melodías en la batería que parecían no tener un inicio y un fin, imaginándose
cosas que no debería. Y es que Yuto tenía
un cosquilleo hace semanas en el pecho, un hormigueo que no se le quitaba por
más que pateara la pelota con todas sus
fuerzas en los entrenamientos de fútbol.
No podía olvidar lo que vio, el
momento en que descubrió que su intelectual hermano tenía una personalidad que
no conocía.
Siempre que discutían su hermano
buscaba la excusa del estudio para quedarse más tiempo en el colegio, con un
“nos vemos en casa” se despedían y regresaba ya para cenar, pero justo ese día
al menor se le había ocurrido el disculparse e ir juntos a casa, como solían
hacerlo años atrás. Lo buscó por el colegio entero y cuando ya iba a rendirse e
ir exhausto a casa, decidió ir al único lugar que no había revisado; la azotea.
Y fue ahí donde los vio, tan apegados que sus cuerpos parecían adherirse cada
vez más, tan ruidosos que escuchó el
nombre de su hermano más de una vez entre gemidos, jadeos y sonidos
perturbadores y sobre todo tan
descarados que parecía no importarles el hecho de que la puerta hubiese estado
medio abierta.
…
—Oye…¿mamá ya llegó a casa?
Ni pudo darse cuenta en qué
momento su hermano había cruzado la puerta de entrada de la casa, sólo el
alborotar de sus cabellos lo hizo reaccionar y mantener en las mejillas un
sonrojo inusual .Si el mayor supiera que antes de que llegara su inocente
hermano recordaba su respiración entre cortada, su cuerpo desnudo sobre otro
desconocido, su voz susurrante y demandante.
—Mmm... no, llamó hace poco y
dijo que cenáramos solos. Hoy cenará con papá fuera.—
—Ohh ya veo.. ¿y qué veías en la
televisión? Parecías muy concentrado —
El mayor había recargado los
brazos en la cabecera del sofá donde su hermano se encontraba, estirando el cuello
para reconocer dicho programa.
—Nose…acaba de comenzar—Mintió,
carraspeando la garganta.—Hoy llegaste algo temprano. —
—Sí, digamos que el estudio fue
corto pero exquisito. —
El susurro de Inoo en su oreja
ocasionó un temblor en el cuerpo de Yuto y una risa en el mayor que ahora
parecía estar más relajado que nunca.
—¿Él es tu novio Kei? —Se atrevió
a preguntar de imprevisto, sus labios se habían movido por sí solos y ya no
podría dar marcha atrás. El nudo que se le formó en la garganta por los nervios
no impidió que se pusiera de pie y enfrentara al mayor con la firmeza que
fingía.
—¡¿Qué?! —La risa escandalosa que salieron de entre sus labios
gruesos, hicieron que se sostuviera de la pared cercana, no parando de reír
hasta casi llorar. Las palabras de Yuto habían sonado como una broma, aunque le
causaba extrañeza el hecho de que llegara a dudar de su sexualidad. Kei pensaba
que el salir con tantas chicas cubría el hecho de que fuera bisexual y al
parecer no era así. —Yuto yo no tengo novia ni novio —Aclaró sin quitar la risa
burlona.
—¿Entonces qué tienes con ese
chico? —
—Si te refieres a Ryutaro, es
sólo un amigo—
—…¿Tienes sexo con tus amigos? —
Entonces Kei suspiró, ocultó su
sorpresa tras una seriedad intimidante y se acercó al menor quién reaccionó
retrocediendo un solo paso.
—Y si lo hago ¿te importa acaso? —
—No…o quizás sí-Desvió la mirada
y movió los labios buscando palabras adecuadas para explicarse.-Es decir…eres
mi hermano después de todo y no me gusta verte diferente—
—¿Diferente? El único que a cambiado
aquí eres tú—Se detuvo frente a él, alzó la mirada y tomó entre sus dedos
pulgar e índice el mentón del alto, fijó su mirar en los ojos azabaches de éste
y sonrió. —Creciste demasiado para ser menor… ¿Tienes idea de cuánta molestia
me ha causado eso? —Yuto se habia quedado mudo, preguntándose en su alborotada
cabeza ¿Cómo es que su hermano podría causarle tanta timidez? —Pero nunca has
dejado de ser el inocente Yuto que conozco desde pequeño, te has vuelto
arrogante y un poco altanero pero hermanito…¿Has tenido sexo ya? —
Kei no pensaba intimidarlo,
después de dos horas con un pequeño y placentero cuerpo a su disposición había
decidido dejar cualquier altercado con su hermano en el olvido, pretendía
incluso hacer las paces pero Yuto lo había cercado de preguntas, había
penetrado la burbuja de paz en la que había decidido establecerse. Lo había
retado, atribuyéndose un derecho que no tenía. Y ahora lo tenía contra la
pared, a sólo centímetros de su boca que podía inhalar el nerviosismo y
cobardía cuando le hizo la última pregunta.
—Cla-claro que sí! Muchas veces…—
¿Había sonado convincente? Eso
esperaba, el temblor en su voz seguramente habría confirmado la mentira. Yuto
jamás había llevado a una chica a la cama, invitaciones tuvo muchas pero nunca
había llegado a desear a una chica al punto de querer tener relaciones sexuales
con ella. Y ahora se arrepentía de ello, porque si lo hubiera hecho en este
momento seguramente podría enfrentar a su hermano sin tener un rubor en las
mejillas.
—¿En serio esperas que te crea
eso? Yuto nunca has sabido mentir. Eres tan fácil de leer que tu rostro y
cuerpo te traicionan—
Ryutaro era lindo, tanto en
aspecto como en su forma de ser. Le había costado cerca de un año quitarle la
careta de niño tímido y ahora era uno de sus “amigos” favoritos junto con
chinen que resaltaba por lo imaginativo que podría ser en la cama pero su
hermano tenía una presencia única y en este momento lo estaba apreciando. Delgada
figura, delicado en sus facciones, nariz perfilada, ojos puros y unos labios
delgados que sólo habían sido besados una vez ¿Desde cuándo Yuto se había
vuelto tan atractivo?
El llamado de sus labios no fue
ignorado, la tentación de besarlo fue más fuerte que la estúpida lógica y en un
solo movimiento tuvo los labios del menor entre los suyos, dominó su lengua con
brusquedad y poco a poco los golpes en su pecho cesaron y sus brazos largos
rodearon su cuello con tranquilidad.
Yuto se reclamaba a sí mismo por
dentro el hecho de lo que estaba haciendo, besar a su hermano lo convertía en
un ser igual a él. Igual de bajo al besar a otro hombre. Pero luego se dejaba
llevar, se concentraba en el sabor que poseían sus labios y se comenzaba a
preguntar quién le habría enseñado tantas cosas y cuántas personas ya habrían
logrado hacer lo mismo con él. Lo cierto es que los minutos fueron pasando y
así como las manillas del reloj se movían ,el calor aumentaba y las prendas
fueron un estorbo cuando los gruesos labios de Kei se centraron en chupar las
tetillas rebosantes de color del menor y más aún cuando su diestra se perdió
entre su pantalón y su bóxer y se encargó de acariciar su falo escondido.
—Kei~ deja de …—Mordió su labio
inferior en un intento por no gemir descaradamente, si lo hacía se parecería a
ese tal Ryutaro. —Oye…nuestros padres pueden…volver…Kei! —Exclamó con un gemido
ruidoso, los dedos de pianista que su hermano poseía se encontraban rozando sus
glúteos y amenazaban con entrar a una zona prohibida— No...ni siquiera lo
pienses…—Trató de cerrar sus piernas pero el temblor en estas lo hizo deslizar
su espalda por el frio muro hasta estar cerca del piso.
—Ni tú ni yo nos perdonaríamos
por parar en este momento…si nuestros padres nos encuentran.. ¿importa? No
puedo dejarte en este estado—Tocó con el índice la punta de su miembro y sonrió
cual pervertido que en realidad sí era y recostó al menor en el piso, quitó el
bóxer que ya prácticamente colgaba de un pie y elevó la cadera del más alto
para lamer su entrada con total desfachatez.
Yuto se retorcía entre jadeos,
sin saber dónde poner las manos, quería aferrarse a algo y no había nada más
que el duro piso. Kei disfrutaba del
espectáculo, ver tan dócil y frágil a su desobediente hermano le causaba una
excitación que lo llevó a sacar su miembro y frotarlo contra él antes de
penetrarlo. No le avisó en el momento que lo hizo, se impulsó con un movimiento ágil de pelvis y
lo embistió con vitalidad, llegando a ingresar completamente; la preparación
previa había sido óptima.
—Idiota!...ni siquiera me
avisaste en que momento tú...ahh.. —
Hizo un reclamo fallido, uno de
tantos que acababan en gemidos pues los movimientos vigorosos del mayor
llegaban a ser tan profundos que casi parecían desgarrarlo.
—Yuto, deja los reclamos para
después…y disfrútalo.—
...
Desde ahí los días habían
transcurrido y lo que Yuto llamó como una “calentura de momento” se repitió más
de una vez. Lo arrogante no se le quitaba, de hecho se había vuelto más molesto
con su hermano pero ahora había cambiado el final de esas peleas pues antes que
golpes, llegaban a ser besos y antes de reclamos llegaban a ser penetraciones.
Kei había admitido para sí mismo
su debilidad ante su ‘pequeño’ hermano, aunque usualmente era él quien mantenía
en control al menor, Yuto jamás se enteraría que con sus sonrisas o roces
llegaba a alborotarle las hormonas a Kei y Kei a su vez nunca se enteraría que
Yuto había comenzado a escribir su nombre en clases y que en su mente comenzaba
a rondar la palabra amor.
—¿Soy especial Kei? —
—Siempre has sido especial Yuto—
bellooooooooooooooo...
ResponderEliminarhermosooooooooooooo....
hard...siii lo tuvooo....*¬*
gracias por tan buen one-shot...
felizzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
¿Sabes qué? Aunque no lo sepas... ECHABA DE MENOS TUS FICS! U_U Aquí tu fan esperando a que escribieras algo y... me traes un Inoojima... Una de mis parejas favoritas y encima así... Creo que te amo *^*
ResponderEliminarfbhsaufgy Yo quiero un hermano como Inoo que me haga esas cosas!!!! (?) Amé este oneshot Yuto no se puede quejar (Y no creo que se queje e.e) y... HIJUFHDSVXSFCKCXFX
Merece ser un serial lleno de sexo (?) Tu piénsalo, yo solo lo dejo caer... (?) <3