Fearless // capitulo 3

Título: Fearless
Autora:Akemi-chan
Parejas:Yamachii / okajima(un poco)
Tipo:serial (3/?)


Nota:Volví! Después de dos meses por ahi u.ú en verdad escribí este capítulo el mes pasado pero quería subir ambos fics juntos y entre una y otra cosa me olvidaba /: bueno espero escribir pronto sino me pueden hablar por twitter[?] xD ... espero les guste :3 nos vemos~



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—¿Y cómo ha sido tu semana Yuri? —

—Muy bien, ha sido una semana mucho más divertida, mejor que la anterior. Cada vez el colegio se vuelve más emocionante Kei chan—

—mm y ese tal Yamada ¿sigues acercándote a él? —

—¿ah? oh Yama chan…si, últimamente nos hemos vuelto amigos. Es muy gracioso y siempre trata de hacerme sonreír, ya no tengo tanto miedo a que se me acerque. Ahora puedo conversar con él normalmente y a una distancia ordinaria—

Sonrió ampliamente sin siquiera proponérselo, las últimas semanas le habían parecido las mejores que había tenido desde que ingresó a aquel internado.

—Mmm…él…¿Te gusta? —

—¿Eh?No! Claro que no—Negó rápidamente como si tratara de convencerse a sí mismo de su respuesta y Kei por el contrario rió disimuladamente—No digas algo así, además él es un amigo y…jamás se fijaría en mi.

—No puedes asegurar algo así—desordenó su cabello, dejando de lado su papel de psicólogo y volviendo solo al papel de amigo—En verdad pareces una chica—rió ligeramente—sino fuera porque te conozco desde que naciste, juraría que eres toda una señorita—

—jajaja cállate Kei, el de la idea de “convertirme” en chica y entrar a ese internado fuiste tú—

—Lose y creo que tomé una buena decisión al proponértelo. Bueno, es todo por hoy... —Se paró de su asiento y desordenó una vez más su cabello— Nos vemos la otra semana como siempre—

—Aquí estaré—le sacó la lengua como cada que lo hacia cuando la manía de Kei por alborotar su cabello lo molestaba.

—¿Y a donde vas ahora? —

—A donde? Nose, creo que pasearé un rato y volveré al internado. Es nuestro dia libre pero no tengo ganas de ir una casa con más de 50 habitaciones vacías. No es exactamente lo que quiero hacer un sábado por la tarde Kei—

—¿Y tu amigo? —

—¿Yama chan? Él fue a su casa como todos—

—Si no tuviera tanto trabajo te llevaría a dar un paseo, que lástima—

—Eso es mentira, si estuvieras libre te perderías con Dai chan como siempre…—sonrió con astucia dirigiéndose a la puerta para retirarse antes de que su preciado amigo buscase desquitarse—nos vemos Kei—

Salió del establecimiento y vio la hora. Esta vez la cita solo había durado una hora y eran las 4:00 pm en punto ¿Qué iba a hacer exactamente? Su barriga hizo un sonido de queja y ante tal pedido se dispuso a buscar algún lugar donde comer. Los restaurantes llenos de familias, parejas y grupos de amigos no eran una opción. El comer solo en restaurantes nunca le había gustado así que cuando se cansó de divagar sin rumbo, se decidió por comprar solo una hamburguesa y un jugo para calmar el apetito.

—Mmm delicioso…—

Comentó mientras masticaba la hamburguesa, sentado en una de las bancas del parque, mirando a las personas pasar.

—Bien…supongo que iré de vuelta a la “cárcel” —hizo comillas con los dedos y sonrió de lado, metió las manos en los bolsillos de su pantalón y comenzó a caminar. La noche cayó  cuando estaba a mitad de camino, no era muy lejos pero tampoco tan cerca. Un taxi lo habría llevado en menos de quince minutos pero Yuri quería caminar. Quería pasar el rato y de alguna manera comenzar a adecuarse nuevamente a las multitudes de personas. Cruzó avenidas y calles y el camino se le hacía interminable, agradecía infinitamente su buen estado físico. Ligero y bueno en deportes, una caminata no era nada del otro mundo.

—Ola preciosa ¿estás sola? —

Ignoró aquellas voces y siguió caminando. Nervioso porque solo unos instantes fueron suficientes para escuchar pasos detrás suyo. Cruzó dos calles apresuradamente, no había casi ninguna persona por los alrededores y con cada paso que daba el corazón se le agitaba y su voz se preparaba para gritar en cualquier momento.

—Hey ¿a donde vas? Te estamos llamando hace rato ¿no nos oíste? —

—¿Qué quieren? ….Lárguense —Giró y se detuvo para encararlos, no quería parecer tan cobarde pero el solo verlos acercarse lo hizo dar un paso atrás y dudar por un segundo—Yo…yo  no soy ninguna chica, soy hombre idiotas-reafirmó empuñando sus manos para evitar que se acercaran más.

—¿Hombre? —Antes de salir de ver a Kei se había sujetado el cabello en un moño y se había puesto una gorra para pasar desapercibido, pero esos hombres se acercaron y aunque él retrocedió lo que pudo, lograron quitarle la gorra, dejando caer a la vista su cabello liso y ondeado en las puntas. —No eres más que una niña sola y asustada—

Uno de ellos se acercó más de lo que Yuri era capaz de soportar, casi podía sentir su aliento y sin siquiera poder mover las piernas se dejó caer el piso encogiéndolas y abrazándolas mientras las lágrimas comenzaban a brotar.

—¿Yuri?¡Yuri! Bonita! —

Lo que pasó después fue muy difuso, conocía esa voz pero no podía pensar en nada en concreto. Una persona había aparecido frente suyo, haciendo frente a aquellos tipos. Podía diferenciar una chaqueta de cuero y una melena castaña que se movían entre puños, patadas y esquivos, pero aún no podía pensar en quien pudiese ser.

—¿Estas bien? —

Le tomó un par de minutos recobrar el sentido, parpadeó y cuando pudo al fin mirar a su salvador no dudó en tomar su mano.

—Ya…Yama-chan…—

Tartamudeo y por primera vez después de mucho tiempo sintió la necesidad de abrazar a alguien de su mismo sexo. Soltó su mano y sin decir más lo abrazó, hundiendo el rostro en la casaca de cuero del mayor y rodeando con sus manos la cintura de este, temblando y mordiéndose el labio mientras algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

—Yuri…tranquila ya pasó…—

Y aunque Yamada aún no podía creer lo que había hecho, solo mantuvo la calma y paró un taxi para volver al internado. El pequeño en sus brazos no paró de tiritar en todo el camino y él mientras acariciaba su cabello agradecía a Dios por haber estado en el momento preciso para ayudarlo. Nunca se hubiera perdonado si a Yuri le ocurría algo.

Esa noche esta por más decir que el menor no quiso separarse de Yamada. Sus pequeñas manos se aferraban a su camisa y sus ojos de súplica le imploraron por minutos que no lo dejara en su habitación solo y con la oscuridad como su única compañera.

—Tranquila, tranquila.. —

Susurraba cada tanto mientras lo llevaba a su habitación con cautela, no sería nada bueno si el vigilante o alguna alumna que hubiese llegado ya, los viera, después de todo estaba PROHIBIDO el ingreso de las chicas al edificio de habitaciones masculinas y viceversa—llegamos—Anunció y abrió la ventana, acomodó las cortinas a cada lado para que dejara que la luz de la luna apacigue el miedo de Yuri y regresó a su lado junto a la cama. Le comenzó a contar historias de su agitada vida escolar y claro, alguna que otra de sus mejores amigos, obviando los romanticismos y cursilerías de ambos. Afortunadamente el menor no tardó en dormirse, tal vez sus ojos cansados e hinchados lo hicieron caer fácilmente en los brazos de Morfeo o las historias interminables y graciosas de el castaño lo hicieron sonreir y relajarse; lo cierto es que poco después de que se quedase dormido Yamada se puso de pie y sacó el futón guardado en su closet.

Dormir con el pequeño le incomodaba y no de forma desagradable sino todo lo contrario, el solo ver su rostro tan indefenso y dulce le causaba una inquietud que nunca antes había sentido, sus manos por un momento se habían deslizado por sus mejillas y su rostro se había detenido a tan solo unos centímetros del ajeno; ese fue su principal impulso para separarse y dormir   aparte. El temor a ceder a una tentación tan bella.

—Ryosuke! ¡¿Ya volviste?! —

Un grito de dos voces al unísono hizo despertar a ambos rápida y torpemente que al verse con los cabellos alborotados y los ojos achinados más de lo normal(?  Hizo reir a ambos que solo callaron al ver al par de jóvenes entrar por la puerta abrazados de una manera comprometedora.

—¿Ehh? —

Los cuatros se miraron por un par de minutos sin habla pero Yuri rompió la quietud al moverse y salir de la cama para sentarse en el futón junto a Yamada y abrazarlo con fuerza.

—¿ya llegaron a ese punto de la relación? —Comentó Yuto y Keito simplemente alzó los hombros soltando la cintura del alto—Hasta donde sabia no tenían una relación ustedes dos..-

—¿Relación?¿ella y yo? No esperen…—El joven de mejillas flexibles estiró las manos y las movió negando las palabras de su amigo, se puso nervioso y al ver a Yuri con las mejillas rosas, no pudo evitar el tartamudeo de sus palabras—va... vayanse! Los veo al rato—

—¡Nervioso! Es la primera vez que te veo asi ¿verdad keito? Bueno… nos vamos~ —

Y asi como llegaron se fueron, entre murmullos, risas y uno que otro beso indiscreto, después de todo solo en el fin de semana podían besarse y acariciarse sin temor a las interrupciones.

—Disculpa bonita, a veces son algo impertinentes—

—No te preocupes, después de todo yo no debería estar aquí…—se paró y puso sus zapatos, volvió a arrodillarse y besó la mejilla del castaño—Gracias por cuidarme y traerme a tu habitación...pero debo volver a la mía ,ya me pasó el shock nervioso y estaré mejor con solo descanso…—

—De… de nada pero ¿estás segura…que estás bien? —

—Si—asintió y sonrió cálidamente para corroborar lo que decía—descansaré un rato …te veo luego yama chan—

—Nos vemos Yuri chan—

Pero no la vio en el resto del dia y eso lo preocupó. Trató de entrar al edificio de habitaciones femeninas pero el guardia de seguridad se paró justo en frente de aquella puerta. Para mala suerte suya era domingo y la multitudinaria llegada de cada alumna tenia que ser dispersada por alguna persona.

—Espero que este bien—Susurró esa noche antes de cerrar los ojos para dejarse llevar por su sueño—Mañana tengo que verla—

Yuri no pudo dormir esa noche, es más en todo el día aunque lo intentó no logró conciliar el sueño. La imagen de lo último acontecido lo hacia tiritar y tener miedo pero ese no era el motivo de su insomnio. En definitiva no. El que lo dejaba sin sueño era su salvador. Había amanecido en su cama, lo había abrazado y hasta le había besado la mejilla ¿desde cuando podía hacer algo asi con alguien de su mismo sexo? Su trauma aún no había desaparecido y eso era claro,el solo ver a esos dos que eran sus amigos le causó miedo y el pensar en tocar a otro hombre lo aterraba. Entonces… ¿que le pasaba? no entendía porque incluso su corazón se aceleró y sus mejillas se volvieron rosas como hace mucho no lo hacían, no desde que…

—No… no puede ser—suspiró y bajó la mirada—no puedo enamorarme de él...no definitivamente no—

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—Disculpa ¿has visto a Yuri chan? —

Ryosuke preguntó ante una sorprendida Momo que atontada solo negó un par de veces y respondió.

—Después del almuerzo dijo que iría a descansar y desde ahí no la he visto—

—Ya veo, gracias—

—Pero… ¿Para que la quieres ver? —Preguntó y detuvo al joven que ya estaba a punto de tomar otro rumbo en su búsqueda.

—Ah…es solo que hace unos dias la noté un poco mal y solo queria saber como estaba ¿Sabes si esta mejor?—

—Si! Si esa es tu preocupación está un poco mejor,no podía conciliar el sueño  pero ayer fue a su médico y con unas pastillas pudo hacerlo—

—¿Médico?¿Pastillas? —

Y aunque la idea de Momo era dejar al mayor más tranquilo pasó todo lo contrario,Ryosuke se preocupó el doble y eso a la pequeña que cargaba con la promesa que le hizo a su amiga,la ponía nerviosa. En verdad parecia que queria verla, Yuri le dijo que queria alejarse de Ryosuke un tiempo y que para hacer eso siempre se refugiaría en su tiempo libre en el vivero abandonado del internado. Le hizo prometer que no le diría nada al mayor ,aún y cuando él le implorase  que se lo dijera y así lo hizo, ese día cayó con dificultad pero pudo observar de cerca los próximos dias como el castaño buscaba encontrarla en algún momento. Yuri parecía un ratoncito que se escondia en su cueva y ryosuke un inquieto gatito que buscaba encontrarlo  fuese como fuese.

—¿No estas exagerando un poco Yuri chan? —Preguntó su amiga— Ryo chan está buscándote por días, y eso de no querer ni siquiera ir al comedor es demasiado…yo nose que haya pasado entre los dos pero creo que si se gustan pues deberían intentar salir ¿Por qué no lo quieres ver? No me digas que es porque todas las chicas están interesadas en él…sabes que aunque ahorita sea una especia de ídolo aquí, todas sabemos que para un príncipe solo puede haber una princesa.. y esa princesa eres solo tú—

—¿Yo? No pensé que pensaran algo así.. — sorprendido por las palabras de su amiga sonrió ampliamente

— Gracias pero yo no puedo estar con él Momo chan—

—No puedes pero quieres...yo te he visto mirarlo de una manera especial ,luego de pasar tiempo con él siempre venias feliz, relajada y con una sonrisa que nadie te la quitaba, sonrisa que ahora no tienes.. y él pues.. tiene el empeño de querer hablar contigo y se preocupa por ti ¿no es eso suficiente para creer que le gustas? —

Las palabras tan directas y serias que Momo le dijo la dejaron por un momento helado,era la primera vez que la escuchaba hablar tan seriamente y lo que decia era la verdad.

—Gracias por preocuparte por mi Momo chan.. voy al vivero, vuelvo al rato, nos vemos—

Si, claro que se había dado cuenta, trató de ignorar sus sentimientos pero esos dias lejos del mayor habían sido muy duros, tenia un cosquilleo en el estómago que le gritaba querer verlo,ir a buscarlo y dejar atrás todo prejuicio cruzó por su mente pero el miedo tomó prioridad y la realidad lo hizo aterrizar abruptamente. Solo desahogarse con Kei pudo calmarlo y solo las pastillas pudieron hacerlo dormir.

Yamada por su parte estaba harto, se sentía tonto y estúpido buscando a una persona que no queria ser encontrada, si hubiera sido cualquier chica habría desistido pero no era asi, era Yuri a quien estaba buscando y el solo pensar en ella hacia que tomara un impulso mayor en querer verla.

—Enserio ryosuke no puedo creer que te enamoraras de una chica de esa manera—

—Lose, nunca pensé en si quiera tomarle importancia a una, las chicas son problemáticas pero mírenme, aquí estoy como imbécil queriendo verla—

—Pues Romeo, tu Julieta no vino a comer tampoco hoy, según se rumora por ahí no anda bien de salud y como la princesa que es en este colegio, pues se le permite comer en su habitación—   

—Keito no te burles…—advirtió Ryosuke— Si no mal recuerdo dos princesitas mimadas de igual aspecto  los perseguían a ustedes ¿Qué pasó con ellas? —

—Ahh ellas, Yuto se deshizo de ellas de la única manera que podía hacerlo—

—¿Y cuál es esa? —

—Simple mi querido Ryosuke, le dije que eramos gays— Soltó a reir siendo acompañado por la risa de su novio.

—¿Ahh?!

—No te alarmes, no lo creyeron pero se alejaron diciendo “Si querían rechazarnos, se hubieran inventado algo mejor” ,inocentes criaturas en verdad creyeron que mentía —

—Jajaj Yuto! Aveces creo que eres muy cruel con las féminas—

—Y tú por el contrario muy atento— balbuceó— Oh.. mira quien viene ahí…—

—¿Momo chan se llamaba verdad? —

—Si amor,asi se llamaba,bueno... es mejor que nos vayamos, obviamente viene a hablar con el joven enamorado—

—Nos vemos Romeo— Dijeron al unísono y desaparecieron detrás de la  entrada del comedor.

—Idiotas…— Murmuró para sí mismo —Hola Momo! ¿Cómo estás? —

—Hola Ryo-chan, ¿bien gracias y tú? —

—Bien también… ¿Querías hablar algo conmigo? Ven toma asiento —

—Si, gracias— se sentó delante suyo y buscando las palabras precisas dijo— Yo creo que tú debes estar 

con Yuri chan, son uno para el otro y pues si ella no da el primer paso, debes hacerlo tú…—

—¿eh?¿Yo? Creo que si pero aún ni siquiera puedo hablar con ella como para mencionar un tema así—

—Exacto por eso y vine a decirte que yo se donde ella siempre va…ella tiene miedo de que la encuentres en la biblioteca o en los pasillos asi que por lo general va al vivero detrás del edificio de chicas, estaba abandonado, nadie se acerca por ahí porque esta oscuro pero Yuri chan encontró en ese lugar, paz. Siempre se distrae ahí regando las plantas, cuidándolas o a veces tan solo acompañándolas mientras lee un buen libro o escucha música—

—¿Entonces ahí está? —

—Si—

Con una regadera en manos Yuri se disponía a dar agua al capullo de rosas rojas que estaba por brotar, a los girasoles, los tulipanes, hortensias, e infinidad de plantas y flores que tenía ahora. Antes aquel lugar lucia tan desolado y triste y ahora gracias a una limpieza se veía hermoso, tan fresco y tranquilo que quedarse ahí era un privilegio. El aspecto por fuera no lo cambio, prefería que todos siguieran pensando que ese lugar estaba desolado y que hasta tenia fantasmas por ahí rondando. Todo con tal de conseguir esa quietud.

—¿Asi que aquí te escondiste todo este tiempo? —

Pensó dos veces antes de girar para enfrentar el rostro del que hablaba.

—Fue solo una semana Ryosuke, no creo que el término “todo este tiempo” pueda aplicarse y sí, aquí estuve—Trató de ser  tajante y tratarlo como nunca lo había hecho— Bueno… ¿Por qué me has buscado tanto esta semana? —

—¿Por qué? —Arqueó una de las cejas, no podía creer la actitud de la pequeña, tan seria y tajante que parecía otra persona—Queria saber cómo estabas, si necesitabas algo o si tan solo querías compañía—

—Gracias por la preocupación pero no, como me ves. Estoy tranquila y he sabido dejar atrás lo que pasó con aquellos tipos. Eres muy amable pero creo que nuestra amistad ah sido malinterpretada por muchas personas y prefiero evitar eso guardando distancias—

—¿Y porque no lo hacemos verdad? —

—¿A qué te refieres? —

 —A lo que tú sabes…—Tomó sus manos y usó estas para jalarlo y tenerlo más cerca— ¿Por qué no intentamos salir? Yuri chan…eres la chica más linda que he conocido, la única que ha podido de alguna manera dominar a un corazón rebelde, yo sé que es algo rápido pero…¿Por qué no intentarlo? —

Parpadeó un par de veces y desvió la mirada para calmarse, estaba seguro que su cara se había teñido de rojo y sus ojos brillaban por tan solo la ilusión de responderle un sí de inmediato, pero no podía hacer eso.

Soltó sus manos y respiró profundo para poder volver a mirarlo.

—Mira Ryosuke…lo que acabas de decir es muy tierno…intentarlo y ver si funciona, ver si la atracción es amor pero…yo no puedo salir contigo—

—¿Y por qué no? —

—Por la sencilla razón que quien te gusta no soy yo, yo no soy la chica que ves aquí,la que tiene este cabello largo y bien cuidado, la que  es tan delicada y dulce que todas admiran e idolatran. Yo no soy la chica perfecta. —

—Yo no quiero que seas perfecta, solo que seas tú—

Oh Dios, si este chico seguía hablando de esa forma era capaz de tirarse en sus brazos y no soltarlo nunca más.

—No es eso... yo no hablo de defectos…¿Cómo hago que lo entiendas? —

Se preguntó a si mismo y frotó su entrecejo.

—Bien, solo queda una forma…—Se acercó a él, invadiendo su espacio personal, tomó su mano y aunque esta estaba temblorosa, la dejó reposar en su intimidad, para que entendiera a que se refería.—No soy una chica...¿lo entiendes ahora? —Susurró en su oído y asi como tomó su mano, la soltó rápidamente—No creo que quieras tener una relación con un chico ¿o si? —Fue lo último que dijo, antes de seguir su camino y salir de ese lugar.